El regreso a la escuela es un reto tanto para los padres
como para los estudiantes. Esto implica establecer una nueva rutina, levantarse
temprano, adaptarse a un nuevo grupo y a una nueva maestra.
Los padres juegan un papel fundamental en los días previos al
comienzo del año escolar. De la forma como ellos estimulen y motiven al
estudiante, dependerá en gran parte la actitud positiva del niño ante del
comienzo de un nuevo año escolar.
Prepararse para la escuela después de unas largas vacaciones, no
es sólo comprar los libros y materiales escolares. Es también propiciar
conversaciones con los estudiantes acerca de los conocimientos que
adquirirán, así como las nuevas amistades y experiencias que lo enriquecerán
como persona.
He aquí algunas sugerencias que le ayudarán
a hacer de ésta, una experiencia agradable para usted como padre y para sus
hijos:
1. Prepare psicológicamente
al estudiante para esta nueva etapa de su vida. Desde unas semanas antes
comience a hablar de la vida escolar y sus aspectos positivos.
2. Una semana antes invítelo a que lea,
escriba y haga ejercicios de matemáticas para que repase lo aprendido en el
último año escolar. Así llegará al nuevo año escolar con todos sus
conocimientos al día.
3. Para que el reajuste a la rutina escolar
sea más fácil, trate de que el niño se acueste cada día un poco más temprano
hasta llegar a la hora indicada. Es muy útil que, unos siete o diez días antes
del inicio de clases, se vayan estableciendo los horarios que sus hijos van a
tener durante el nuevo año escolar.
4. Una excelente forma de irles
desprendiendo esa pereza mañanera que los invade al escuchar la frase “regreso
a clases”, es quitándoles unos veinte o diez minutos de sueño en la mañana
-durante esos siete o diez días- y agregándoselos en la noche, es decir:
hacerlos que se acuesten y se levanten más temprano.
¿Qué debe hacer como padre para apoyar a su
hijo durante el año escolar?
1.
Mantenerse
comunicado con la escuela y con el maestro.
2.
Asistir a las
reuniones, charlas y actividades familiares. La educación es una tarea en
equipo: escuela-familia.
3.
Apoyarlos en sus
deberes y no exigirles más de lo que pueden dar. Recuerde que las tareas un
complemento de lo visto en clase, así que no intente hacerlas por ellos.
4.
Establecer un
horario de estudio desde la primera semana y cumplirlo. Si los padres trabajan,
revisen las tareas al llegar.
5.
Mostrar interés por
lo que sus hijos hacen en la escuela, por lo que aprenden, por sus tareas
y en general por todo lo que sucede en el centro educativo.